La dislexia es un trastorno que va desde el bloqueo para aprender a leer, a leer con numerosos errores de sustituciones, reversiones, inversiones y trasposiciones que persisten después de los 8 años y a lo largo de la vida. Es una dificultad específica de aprendizaje (DEA) genética, evolutiva o adquirida. Es heterogénea, puede deberse a distintas causa y factores asociados y manifestarse de manera distinta de una persona a otra.
Con el término dislexia se indica que el niño o adulto sólo se ve afectado en el aprendizaje de la lectura, pero se entiende que al no leer o tener numerosos errores en la lectura también los tendrá en la ortografía, sobre todo en escrituras espontáneas y dictados. Es decir, si el niño o adulto no reconoce las letras o algunas de ellas, pues tampoco recordará su imagen al momento de querer escribir.
La dislexia solo altera la habilidad lectora
La dislexia, no obstante, se manifieste solo en la lectura siempre afectará la ortografía, por la interdependencia que hay entre ambas. Asimismo, el trastorno de disortografía (conocido también con el término disgrafia) puede existir de manera aislada sin que haya ningún trastorno en el aprendizaje de la lectura, pero ese ya es otro problema del que hablaremos en otra publicación.
La definición de la dislexia varía en distintos países
En algunos países como Estados Unidos, el término ‘dislexia’ se refiere sólo al trastorno del desarrollo de la lectura. Sin embargo, en Gran Bretaña y en otros países europeos, el mismo término abarca una variedad de trastornos de la lectura, que incluyen los del desarrollo y los adquiridos. En España no se utiliza el término dislexia, sino Necesidades Educativas Especiales (NEE). En Venezuela y Cuba se habla de bloqueos o interferencias para aprender.
Investigación de la dislexia como dificultad para aprender a leer
En los años de la primera y segunda guerra mundial en el siglo xx, fue muy común observar que los soldados que sufrían traumatismos craneales perdían todas o algunas de las habilidades básicas como la lectura, escritura, habla, memoria y otros.
Esto no era sorprendente era de esperarse, no obstante sí era sorprendente que muchos niños, que no habían sufrido problemas de este tipo, presentaban dificultades para aprender a leer y/o escribir. A los investigadores de la época llamó mucho la atención este tipo de problema y a partir de allí nace el campo de las dificultades de aprendizaje.
Por supuesto el problema de que a los niños se le haga difícil aprender a leer siempre debe de haber existido, no se cree que es un fenómeno exclusivamente actual, en realidad al fenómeno se le comenzó a dar más importancia porque conjuntamente con la modernidad se incrementó la necesidad de escolarizar la población desde la niñez.
De modo que en esa época, entre los investigadores que se interesó en el tema estaba Samuel Kirk (1962), considerado luego el padre del campo de las dificultades de aprendizaje por el mérito de haber realizado la primera definición formal del problema y de haber utilizado el término “dificultades de aprendizaje” para referirse a ella.
La dislexia y la definición de Kirk
En los años 60 del siglo XX, la dislexia, el problema para aprender a leer era identificado con términos como disfunción cerebral mínima o lesión cerebral. Kirk por su parte señalaba que la dificultad para aprender a leer que mostraban los niños era inexplicable, esto debido a que aparentemente el niño no tenía ningún problema biológico que le impidiera aprender a leer o de hacerlo correctamente.
Su definición se enfocó prioritariamente a describir los síntomas del problema antes que la causa del mismo y su propuesta de atención era más bien educativa antes que médica. Desde la definición de Kirk a la actualidad, muchas han sido las propuestas de definiciones, y ha sido precisamente la abundancia de ellas lo que ha creado tantos desacuerdos y la gran polémica en lograr un consenso en torno a una definición que reúna todos los elementos esenciales.
Otras definiciones de dislexia
De la variedad de definiciones, tenemos la propuesta por el Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales (dsm-v) (2014), aquí la dislexia se incluye dentro de los trastornos específicos del aprendizaje, se cita:
La dislexia es un término alternativo utilizado para referirse a un patrón de dificultades del aprendizaje que se caracteriza por problemas con el reconocimiento de palabras en forma precisa o fluida, deletrear mal y poca capacidad ortográfica.
La Federación Mundial de Neurología (WFN) la define como:
Un trastorno en niños que, a pesar de (recibir) instrucción educativa convencional, no logran las habilidades lingüísticas de lectura, escritura y ortografía esperadas, en consonancia con sus habilidades intelectuales.
La Asociación Internacional de la Dislexia (IDA) (2002), propone la siguiente definición, se cita:
La dislexia es una Dificultad Específica del Aprendizaje de origen neurobiológico. Se caracteriza por dificultades en el reconocimiento preciso y/o fluente de las palabras (escritas) y déficit en la decodificación (lectora) y en la escritura. Estas dificultades resultan de un déficit en el componente fonológico del lenguaje. Son inesperadas (discrepantes) en relación a otras habilidades cognitivas (que se desarrollan con normalidad) y una adecuada instrucción escolar. Como consecuencias secundarias, pueden presentarse problemas en la comprensión de la lectura y una experiencia lectora reducida que puede afectar el incremento del vocabulario y de la base de conocimientos.
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