Déficit de atención con hiperactividad

El déficit de atención con hiperactividad (TDAH) es un trastorno del neurodesarrollo que se caracteriza por la dificultad para mantener la atención y se acompaña con impulsividad e hiperactividad. Este trastorno puede afectar a niños y adultos, aunque se diagnostica principalmente en la infancia. El TDAH puede interferir significativamente en la vida de las personas que lo padecen, lo que hace que sea importante conocer más sobre sus causas, síntomas, tratamiento y atención educativa.


Causas del déficit de atención

Aunque aún no se conoce con precisión cuál es la causa exacta del TDAH, se cree que puede ser el resultado de una combinación de factores genéticos, ambientales y de estilo de vida. Los estudios sugieren que los genes pueden jugar un papel importante en el desarrollo del trastorno, y que puede haber una relación entre la estructura del cerebro y el TDAH. Asimismo, se ha descubierto que la exposición a sustancias tóxicas en el ambiente, como el plomo y el mercurio, puede aumentar el riesgo de desarrollar TDAH.

¿Cómo se manifiesta el déficit de atención? Indicadores

El TDAH se caracteriza por una serie de indicadores o síntomas que pueden variar de una persona a otra. En general, se pueden dividir en tres categorías: falta de sostenibilidad de la atención, hiperactividad e impulsividad.

✨Falta de sostenibilidad de la atención

La falta de atención se manifiesta en la dificultad para concentrarse y mantener la atención en las tareas, el abandono frecuente de las tareas antes de su finalización y la distracción constante por estímulos externos. Es preciso aclarar que en el déficit de atención el niño sí puede prestar atención, su problema está en sostener la atención por un período de tiempo. En esto se diferencia a las personas que tienen discapacidad intelectual o retraso mental que sí tienen dificultad, para focalizar y prestar atención en un determinado aspecto.

✨Hiperactividad

Se presenta en la necesidad constante de moverse y la dificultad para estar quieto durante períodos prolongados de tiempo. Esto puede manifestarse en la inquietud física, el habla excesiva y la tendencia a interrumpir a los demás. Es necesario acotar que no toda inquietud de los niños se puede considerar hiperactividad. El comportamiento del niño debe cumplir una serie de requisitos para ser considerada hiperactividad, lo importante es tener claro que toda inquietud sin objetivo preciso puede ser hiperactividad.

✨Impulsividad

Se refiere a la dificultad para controlar los impulsos y las emociones, lo que puede llevar a la toma de decisiones impulsivas e irresponsables. Esto puede manifestarse en la interrupción constante de las conversaciones, la dificultad para esperar el turno y la falta de consideración por las consecuencias de las acciones.

Tratamiento médico del déficit de atención

El tratamiento del TDAH puede incluir una combinación de medicación, terapia y cambios en el estilo de vida. Los medicamentos estimulantes, como el metilfenidato y la anfetamina, pueden ayudar a mejorar la atención y reducir la hiperactividad e impulsividad en algunos pacientes. Sin embargo, estos medicamentos también pueden tener efectos secundarios, como la pérdida de apetito, problemas para dormir y adicción.

Tratamiento psicológico del déficit de atención

La terapia cognitivo-conductual puede ayudar a los pacientes a desarrollar estrategias para manejar sus síntomas, así como a mejorar sus habilidades sociales y emocionales. Asimismo, los cambios en el estilo de vida, como la mejora de la dieta, el aumento de la actividad física y la reducción del estrés, pueden ayudar a reducir los síntomas del TDAH.

Atención educativa del TDAH.

La atención educativa es un componente clave en el manejo del TDAH en la infancia. Los niños con TDAH pueden tener dificultades para aprender y participar en el aula, debido a su baja sostenibilidad de la atención y la hiperactividad, si es que presenta este comportamiento disruptivo, porque no todos presentan hiperactividad en conjunto con el déficit de atención, ya que el trastorno de atención puede manifestarse aislado. Ambas condiciones pueden afectar en mayor grado el rendimiento académico del niño y su autoestima. Por lo tanto, es importante que se les brinde apoyo educativo individualizado que les permita alcanzar su potencial académico y personal.

El niño debe conocer su condición

En primer lugar, el niño o adulto debe estar informado sobre el problema que lo afecta, así él de manera consciente podrá aprender y participar en el autocontrol de su atención y comportamiento. La educación metacognitiva es un recurso que puede ser de gran ayuda para las personas con TDAH.

Otras estrategias que se pueden desarrollar son:

  • La implementación de un ambiente de aprendizaje estructurado. Se entiende por ambiente estructurado, un espacio a sola, iluminado sin adornos excesivos, con los implementos esenciales para su uso en la realización de la tarea.

  • La simplificación de las instrucciones y tareas breves que demanden breve periodos de atención. También se pueden dividir las tareas en pasos de modo que realice cada punto a la vez alternando con periodos de descanso o salidas a realizar cualquier otra actividad.

  • La utilización de herramientas de apoyo, como los organizadores visuales, carteleras de instrucciones sobrias, ordenadas y puntuales elaboradas exclusivamente para ayudarles a autocontrolar su atención, impulsividad e hiperactividad.

  • Los niños u jóvenes con TDAH pueden incluirse en grupos pequeños donde reciba clases breves y puntuales sobre determinadas áreas del currículo, en su defecto también les sirve las tutorías y apoyo individualizado.

Participación de los padres o tutores en el manejo del déficit de atención

Es importante que los profesionales de la educación trabajen en colaboración con los padres y cuidadores de los niños con TDAH para desarrollar un plan educativo que aborde las necesidades específicas del niño. También es importante que se les brinde apoyo emocional y se les enseñe a manejar las emociones y los comportamientos asociados al trastorno.

En conclusión, el TDAH es un trastorno neuropsiquiátrico que puede afectar significativamente la vida de quienes lo padecen. Aunque aún no se conoce con precisión su causa, se sabe que puede ser el resultado de una combinación de factores genéticos, ambientales y de estilo de vida. El tratamiento del TDAH puede incluir una combinación de medicación, terapia y cambios en el estilo de vida. La atención educativa es un componente clave en el manejo del TDAH en la infancia y es importante que los profesionales de la educación trabajen en colaboración con los padres y cuidadores para desarrollar un plan educativo individualizado que aborde las necesidades específicas del niño. Con el tratamiento y el apoyo adecuados, las personas con TDAH pueden alcanzar su potencial académico y personal y llevar una vida plena y satisfactoria.

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